30 may 2008

Día del niño... y la niña?

En los discursos, comentarios, coloquios y demás, toca escuchar cuando se refieren al auditorio, infantil, juvenil y/o adulto, la expresión incluyente: los y las (ciudadanos y ciudadanas, ecuatorianos y ecuatorianas, compañeros y compañeras… etcétera y etcétero… ups, perdón, me embalé.

La corriente de agregar al género femenino en la cotidianeidad, para unos desdice del acelerado mundo en que vivimos (porque se pierde tiempo en decir os/as todo el tiempo), durante cualquier discurso donde el orador u oradora al referirse a la humanidad de esa manera, resulta al final cansado, desubicando en tiempo y género a la persona, cosa que los costeños no estamos acostumbrados a escuchar ni las costeñas a reclamar su espacio en el habla general, o seguimos siendo machistas y hasta las mujeres ¿..?, esa es otra historia.

En el español no existe el género neutro, en ese sentido ¿deberíamos usar sustantivos que tengan un valor colectivo?, no siempre funciona porque esa generalidad, si bien es incluyente, no separa y ella ya no es ella, sino también, él, provocando una lucha de género interno más peligrosa de la que se riñe entre machos y hembras.

El reconocimiento del género femenino en el entorno público, peligra para las futuras generaciones, si se quiere (porque se debe) aplicar aquello, debemos empezar por englobar términos donde nos sintamos identificados hombres y mujeres. Por ejemplo, no es permitido que se hable de niños, niñas cuando se celebra el ‘día del niño’… ¿y la niña donde queda?... de eso los adultos no nos damos cuenta y hablablablablamos de fortalecer las bases en educación, cultura, formación y un sin fin de cosas más. ¿Qué esperamos para actuar?

Feliz día de la Niñez. Aquí sí vale universalizar la fecha conmemorativa.

17 may 2008

Otro Escudo Nacional, jamás

Cuando el ex presidente Alfredo Palacio exclamó que iba a re-fundar la República, dije para mis adentros, (autocomentario que no traspasó la epidermis del alma para no hacerme mala sangre) ¡nos jodimos!, hasta el último segundo de su período como estadista crucé los dedos para que en esa re-fundación no cambien los emblemas que identifican a cualquier país como tal. Era elemental que en una re-fundación eso pasaría.

Mis dedos dieron respiro, porque me aprendí de cabo a rabo el coro y las seis estrofas del magnífico Himno Nacional del Ecuador, tan de memoria como los colores de la Bandera, himno tan patriota que hasta al menos creyente hace creer que un Dios existe, único que puede aceptar el holocausto, este ser que escribe no acepta matanzas, claro, soy humano. Ahora sin necesidad de proclamar una re-fundación, a millares surgir, y de súbito nos quieren cambiar el Escudo de Armas, el Himno Nacional y la Bandera, también soy pacifista y las armas no me caben en la cabeza, enhorabuena poseo raciocinio, éste me dicta que un Escudo es para defenderse y si es llamado de Armas, pues es lógico que tiene que llevarlas, sean lanzas, espadas o flechas, recordemos que el escudo protege y de ninguna manera es un símbolo belicoso, además los laureles y olivos hacen alusión a la paz.

Cambiar los símbolos patrios, compañeros y compañeras es de locos y de locas, lo que un tal Miranda sugiere para los cambios tiene significantes que ridiculizan el decoro del Escudo, analicemos la huipala, esta cosa tiene los colores exactos de la bandera universal de la cooperatividad y ésta a la vez lleva los colores de la bandera gay, también universalmente reconocida, ¿de qué identidad hablamos? ¡oh del arco iris si hablara!, esos mismos colores son usados en las tradicionales sandalias BoraBora.

¿Reemplazar al cóndor con la concha spóndylus? ¿Los laureles y olivos por una planta medicinal? Para colmo, sugerir un cambio manteniendo la misma forma es una idea fofa que denota incapacidad para crear otro escudo, si de eso se trata, mas sólo reemplazan elementos y la identidad no es rompecabezas. Recomiendo a estos artistas frustrados compren un juego de Lego y practiquen figuras de una multiculturalidad que perfectamente lo muestra el logotipo del Ministerio de Turismo… para qué más si eso ya es bastante.

Asambleístas, están en Montecristi, si aceptan dicha propuesta y cambian el actual Escudo que idealizó el Gral. Eloy Alfaro, nacido en donde ustedes legislan, Primero, sería verle la cara de pendejo al Cóndor de América, Segundo: están usurpando el diseño artístico del maestro Pedro Pablo Traversari y, Tercero: están desconociendo la historia republicana. Si esto pasa que el cerro se les caiga encima y pueden refundirse en la ardiente lava del abolido volcán ecuatoriano y nos vamos todos al carajo. Si les hieren mis sinceros deseos, comprendo que ignoren la última estrofa del Himno Nacional del Ecuador que reza: “Y si nuevas cadenas prepara // la injusticia de bárbara suerte, // ¡gran Pichincha! prevén tu la muerte // de la Patria y sus hijos al fin; // hunde al punto en tus hondas entrañas // cuando existe en tu tierra el tirano // huele solo cenizas y en vano // busque rastro de ser junto a ti”.