Por coincidencia cósmica a mí han llegado maestros, es decir, expertos en el tema que manejan, que saben conducir por el mejor de los caminos, largos caminos, a sus estudiantes. En clases de Derecho Constitucional, hace un par de años mi maestro Joselías Sánchez preguntaba: “¿Qué es política?”, “resolver conflictos”, respondía. Mi padre, Carlos Intriago, maestro de la vida repite que la política es hermosa, porque es el servicio a la sociedad. Pedro Gil, maestro de la poesía me dijo que la política debe estar al servicio de la poesía (y de la cultura en general), y no al contrario. En la materia Economía Política, el maestro Ronald Intriago nos mostró cómo la política económica en el mundo se ha descarrilado desde hace siglos.
Trágicamente eso pasa, queridos lectores, políticos tradicionales y nuevos, que claro quede, no son todos pero sí la mayoría, crean conflictos, hacen de la política la más horrible cosa para servirse a sí mismo, usan las bellas artes para promover sus ideales partidistas y crean políticas económicas experimentales que causaron o causarán en cualquier momento un shock.
Afortunadamente hay quienes conocen el verdadero sentido de esta actividad humana, enseñanzas que las he asumido, que permiten discernir entre lo bueno y malo, entre actuar y no actuar.
Participar en política no estaba en los planes de este poeta. En la universidad, evado propuestas cada vez que se abren las elecciones, sin embargo no escapaba de las campañas, cada vez que se eligen nuevoss representantes estudiantiles en la Facultad Ciencias de la Comunicación de la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí, he estado presente para jugármela por los que presentan la mejor propuesta y han demostrado ser competentes, de igual manea en elecciones a gran escala.
Repito, ahora lo que dije en febrero 6, en el discurso que pronuncié en Quito cuando presenté el libro “Gimen de amor los muertos” en la Casa de la Cultura: “Estoy de acuerdo con lo que me dicen mis maestros del andar y la poesía: Con el tiempo las visiones cambian y con ellas la ideología. Vienen nuevas temáticas, el modo de vida cambia, cambia la sensibilidad; estoy seguro que ésta aumenta, ¿qué es un poeta sin sensibilidad? No es siquiera ser humano.”, repregunto: ¿Qué es un político sin sensibilidad? Usted responda.
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