Cuando el ex presidente Alfredo Palacio exclamó que iba a re-fundar la República, dije para mis adentros, (autocomentario que no traspasó la epidermis del alma para no hacerme mala sangre) ¡nos jodimos!, hasta el último segundo de su período como estadista crucé los dedos para que en esa re-fundación no cambien los emblemas que identifican a cualquier país como tal. Era elemental que en una re-fundación eso pasaría.
Mis dedos dieron respiro, porque me aprendí de cabo a rabo el coro y las seis estrofas del magnífico Himno Nacional del Ecuador, tan de memoria como los colores de la Bandera, himno tan patriota que hasta al menos creyente hace creer que un Dios existe, único que puede aceptar el holocausto, este ser que escribe no acepta matanzas, claro, soy humano. Ahora sin necesidad de proclamar una re-fundación, a millares surgir, y de súbito nos quieren cambiar el Escudo de Armas, el Himno Nacional y la Bandera, también soy pacifista y las armas no me caben en la cabeza, enhorabuena poseo raciocinio, éste me dicta que un Escudo es para defenderse y si es llamado de Armas, pues es lógico que tiene que llevarlas, sean lanzas, espadas o flechas, recordemos que el escudo protege y de ninguna manera es un símbolo belicoso, además los laureles y olivos hacen alusión a la paz.
Cambiar los símbolos patrios, compañeros y compañeras es de locos y de locas, lo que un tal Miranda sugiere para los cambios tiene significantes que ridiculizan el decoro del Escudo, analicemos la huipala, esta cosa tiene los colores exactos de la bandera universal de la cooperatividad y ésta a la vez lleva los colores de la bandera gay, también universalmente reconocida, ¿de qué identidad hablamos? ¡oh del arco iris si hablara!, esos mismos colores son usados en las tradicionales sandalias BoraBora.
¿Reemplazar al cóndor con la concha spóndylus? ¿Los laureles y olivos por una planta medicinal? Para colmo, sugerir un cambio manteniendo la misma forma es una idea fofa que denota incapacidad para crear otro escudo, si de eso se trata, mas sólo reemplazan elementos y la identidad no es rompecabezas. Recomiendo a estos artistas frustrados compren un juego de Lego y practiquen figuras de una multiculturalidad que perfectamente lo muestra el logotipo del Ministerio de Turismo… para qué más si eso ya es bastante.
Asambleístas, están en Montecristi, si aceptan dicha propuesta y cambian el actual Escudo que idealizó el Gral. Eloy Alfaro, nacido en donde ustedes legislan, Primero, sería verle la cara de pendejo al Cóndor de América, Segundo: están usurpando el diseño artístico del maestro Pedro Pablo Traversari y, Tercero: están desconociendo la historia republicana. Si esto pasa que el cerro se les caiga encima y pueden refundirse en la ardiente lava del abolido volcán ecuatoriano y nos vamos todos al carajo. Si les hieren mis sinceros deseos, comprendo que ignoren la última estrofa del Himno Nacional del Ecuador que reza: “Y si nuevas cadenas prepara // la injusticia de bárbara suerte, // ¡gran Pichincha! prevén tu la muerte // de la Patria y sus hijos al fin; // hunde al punto en tus hondas entrañas // cuando existe en tu tierra el tirano // huele solo cenizas y en vano // busque rastro de ser junto a ti”.